Alguna vez escuché el relato de una persona que sufrió una crisis de pánico durante algún tiempo, y que al consultar con diversos médicos todos le decían que estaba bien y que no encontraban nada extraño en los exámenes físicos que le realizaban, sin embargo esta persona sufría al tener un miedo descontrolado, y síntomas físicos en determinadas circunstancias. En una de ellas, y luego de un tiempo de padecer estos síntomas, asistió a una cena con compañeros de trabajo y todos se sirvieron un plato con salsa, al final cuando le preguntan al camarero qué tenía la salsa el camarero dice que estaba hecha con mariscos, a lo que la persona empieza a alterarse y pensando que es alguien alérgico a los mariscos empieza a sentir desesperación y síntomas físicos de una reacción alérgica, minutos después se acerca nuevamente el camarero a corregir un error en la información pues la salsa efectivamente no contenía nada de mariscos. Pero entonces, ¿cómo esta persona desarrolló síntomas físicos reales de alergia?, pues la mente puede desencadenar una reacción física aun sin que tenga elementos reales que puedan comprobar esa situación, basta con que la mente esté convencida de ello.
Definición y Síntomas
Una Crisis de Pánico es una reacción intensa y aterrorizante a una situación, que involucra una sensación repentina de miedo y pánico, puede ocurrir de repente y sin ningún desencadenante aparente. Esta reacción se caracteriza por una serie de síntomas físicos y emocionales, que pueden ser extremadamente angustiantes para el individuo. Los síntomas más comunes de una Crisis de Pánico incluyen palpitaciones cardíacas, sudoración, temblores, dificultad para respirar, náuseas, mareos, sensación de ahogo, miedo a morir o perder el control, y sensación de desrealización o despersonalización. Estos síntomas pueden durar desde unos pocos minutos hasta varias horas, y pueden presentar una variedad de intensidades, siendo siempre algo transitorio. La Crisis de Pánico es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, y que puede ser tratada eficazmente con una variedad de terapias y medicamentos.
Cómo se desata una crisis de pánico
A nivel cerebral, las crisis de pánico se asocian con una activación exagerada del sistema nervioso simpático, que es el sistema nervioso que controla la respuesta de “lucha o huída” del cuerpo ante situaciones estresantes. Nuestro organismo cuenta con un sistema, parte del sistema nervioso, que se llama sistema noradrenérgico, y que utiliza la noradrenalina como neurotrasmisor. La noradrenalina es una sustancia química que se produce en el cerebro y que se libera en esl sistema nervioso para transmitir señales entre las células nerviosas. El sistema noradrenérgico está involucrado en una amplia variedad de funciones corporales, incluyendo la respuesta al estrés, la regulación del ritmo cardíaco y la presión arterial, la regulación del sueño y el estado de alerta, y el control del apetito y el metabolismo. También está involucrado en la modulación de la respuesta emocional y en la memoria y el aprendizaje, y en la respuesta a los estímulos del medio ambiente que nos rodea. Si ese sistema de activación reacciona de manera excesiva a lo que ocurre en un determinado medio y momento, se manifiestan síntomas de angustia o en mayor medida un ataque de pánico.
Durante una crisis de pánico, el sistema nervioso simpático libera hormonas del estrés, como la adrenalina, y aumenta la frecuencia cardíaca y la respiración. Esto puede provocar los síntomas físicos que algunas personas lo experimentan de forma tan intensa que incluso se confunde con sufrir un ataque cardíaco, puede sentir adormecimiento de las extremidades, opresión en el pecho, distorsión de la percepción, sudoración, sensación de terror y otros. Dentro de los síntomas más comunes están:
- Aceleración del ritmo cardíaco / latidos acelerados
- Dificultad para respirar o respiración agitada
- Transpiración
- Espasmos
- Adormecimiento
- Dolor torácico
- Vértigo o mareo
- Malestar estomacal
- Sensación de sofocamiento
- Temor extremo a que ocurra algo terrible (por ejemplo, fallecimiento)
Si los ataques son continuos, se convierte en un trastorno, y las personas que lo sufren llegan a tener miedo de salir de su casa debido a la idea de que se pueda presentar otro ataque.
Además, durante una crisis de pánico, se pueden activar áreas del cerebro involucradas en la regulación de la emoción, como la amígdala, lo que puede contribuir a la sensación de miedo y ansiedad intensos que experimenta una persona durante una crisis de pánico. Algunas investigaciones sugieren que una baja captación de serotonina, que es una hormona y neurotransmisor que se produce en el cerebro y juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo, la ansiedad y el sueño, puede relacionarse a estados de ansiedad permanente, y eventualmente a un trastorno de pánico.
Es importante tener en cuenta que las crisis de pánico son episodios transitorios y que hay tratamientos efectivos disponibles para ayudar a las personas a superarlas. Si sientes que estás experimentando una crisis de pánico, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental lo antes posible.
Tratamiento de Crisis de Pánico
Los ataques de pánico pueden ser muy aterradores y desalentadores, pero hay maneras de superarlos. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarlo a lidiar con una crisis de pánico.
- Respirar profundamente. Cuando surge una crisis de pánico, la respiración acelerada puede empeorar los síntomas. Tomar consciencia de la respiración y procurar hacerlo de forma pausada hasta estabilizarla y reducir los síntomas.
- Tratar de relajarse: Trate de encontrar una posición cómoda y cierre los ojos. Visualice un lugar tranquilo y relajante y concéntrese en sus sentidos mientras está allí.
- Salir de la situación: Si está en un lugar público y siente que el ataque de pánico es muy intenso, trate de salir de la situación y busque un lugar tranquilo y seguro.
- Hablar con alguien de confianza: A veces, hablar con alguien de confianza puede ayudar a calmar los síntomas de un ataque de pánico.
- Hablar con un profesional. Si los síntomas de la crisis de pánico no se alivian, hable con un profesional de la salud mental. Un terapeuta puede ayudarlo a comprender y manejar sus sentimientos y pensamientos para que pueda afrontar con éxito una crisis de pánico.
Es importante recordar que un ataque de pánico es temporal y pasará. Si tiene ataques de pánico recurrentes o si siente que está siendo abrumado por el miedo y la ansiedad, en Délico Center tenemos a los profesionales adecuados para ayudarte a sanar.
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